Disfrutando la
pintura
plasmar una emoción con colores
Paisajes del Silencio
En el espejo del agua, el silencio respira.
Los peces cruzan despacio un cielo invertido,
donde el rojo y el oro se disuelven en memoria.
Hay una orilla que no se ve, un límite hecho de calma,
donde los colores hablan sin voz y el horizonte parece recordar un sueño.
En este paisaje quieto, el tiempo no pasa: se posa.

Pausas en el tiempo
En los jardines olvidados, donde las plantas crecen a su antojo y el musgo trepa las piedras, el tiempo se detiene y se espesa. En esos rincones, el abandono es un acto de libertad: la naturaleza reclama lo suyo en silencio, cubriendo los bancos vacíos y las fuentes secas. Las hojas caídas y las ramas torcidas guardan un orden que solo el descuido entiende.
Y quien se siente en este banco sabrá de inmediato que ha sido llamado a la paz de lo sencillo. No hay más testigos que las sombras largas y el aroma de la tierra húmeda.

“Una obra de arte nunca se termina, sólo se abandona.”

Leonardo da Vinci
Obra aportada a la exposición «Art picturae» con motivo de los 40 años del Diario de Jerez
